Vacaciones familiares católica: otra forma de descansar (parte I)

El blog de Lucas

Llega el verano y con él las vacaciones para todos aquellos que, a pesar de la crisis, se lo pueden permitir.

Unos se van a la playa, otros a la montaña, al pueblo, a otro país... Cada uno donde quiere y donde las circunstancias le permiten.

Este año, nosotros tendremos unas vacaciones especiales, diferentes. ¿Quieres saber por qué?...

Este verano no contábamos con salir de viaje porque yo ( la mamá de Paula) estoy de excedencia para cuidar de ella.  Y entre los "recortes presupuestarios" a los que hemos sometido nuestra economía familiar para poder disfrutar de esta situación, están las vacaciones. 

Sin embargo, de manera providencial y como caído del cielo, hace unas semanas nos ofrecieron participar en una Vacaciones Familiares muy especiales. Nos invitaron a disfrutar de unos días en compañía de otras familias de una parroquia de nuestro Arciprestazgo y nos encantó la propuesta.

En el mes de febrero estuvimos, un fin de semana, en una actividad similar y lo pasamos fenomenal.

La idea consiste en una especie de convivencia familiar en la casa de unas religiosas, habilitada para estas actividades, en el norte de España.

Todo es muy austero y económico porque nosotros nos encargamos de la cocina, de la limpieza, de la organización. Para dormir llevaremos nuestros sacos al más puro estilo de las convivencias juveniles. 

El programa es el siguiente: por las mañanas tendremos un rato de formación sobre la familia y nuestra fe y también un espacio para compartir de manera relajada. Por las tardes toca descanso, playa, excursiones y actividades con los más pequeños.

Como se trata de las primeras vacaciones familiares que organiza esta parroquia somos algo menos de diez familias, lo que por otra parte, facilita la organización y la confianza entre nosotros, pues ya nos conocemos.

No faltará la misa diaria y los diferentes momentos de oración comunitaria e individual. Y los niños participan en todas las actividades o si lo desean, nos repartiremos para hacer actividades con ellos.

Siempre nos ha gustado reservar unos días en verano para este tipo de vacaciones, en las que Dios y lo relativo a nuestra fe tienen un papel fundamental. Antes de que naciera nuestra hija, nos gustaba ir de peregrinación, de acampada, de retiro, de ejercicios...siempre con nuestra parroquia y con otras parroquias de la zona o del resto de la Diócesis de Madrid.

Éste es el primer verano que haremos algo así con Paula y estamos muy ilusionados.Queremos que ella también forme parte de esta gran familia de la Iglesia Católica, de nuestra Iglesia, de nuestra familia.

A la vuelta de vacaciones, mucha gente dice que necesita "vacaciones de las vacaciones" porque no han descansado ni el cuerpo ni el espíritu y de esa manera, la vuelta al día a día cuesta mucho más. Pero cuando tanto el cuerpo como el espíritu descansan, la vuelta es mucho más llevadera. La rutina diaria se retoma con más energía e ilusión, con las fuerzas renovadas que da descansar en el Señor y apenas se siente el síndrome post vacacional.

Como decimos, los próximos días vamos a intentar descansar nuestro cuerpo y nuestro espíritu en compañía de otras familias católicas, como nosotros, y a la vuelta os contaremos qué tal ha ido la experiencia.

Como decía la Beata Madre Teresa de Calcuta "Sabrás donde está tu sitio, por la alegría del corazón" y eso es lo que nosotros sentimos cuando compartimos nuestro tiempo en comunidad cristiana, cuando hacemos Iglesia.

¡Felices vacaciones a todos!

¿Cómo son tus vacaciones? ¿Descansas o te cansas?