Consolad a mi pueblo, dice el Señor

Como decía San Agustín: el que canta, ora dos veces. Y los que nos seguís desde hace tiempo, sabéis que nos gustan mucho las canciones para rezar. A través de la música, Dios nos habla y sólo tenemos que escuchar lo que nos dice.

Hoy, quiero compartir con vosotros una canción que siempre me ha llegado mucho, que me toca el corazón y me llama a salir a la calle, a mirar al que sufre para que el Señor le consuele a través de mi mirada, si es posible.


 La canción a la que me estoy refiriendo es Consolad a mi pueblo dice el Señor. Podéis escucharla aquí.

Os pongo también la letra y los acordes por si la queréis seguir o tocar.

DO                     mi

1.Consolad a mi pueblo dice el Señor

      re                 SOL7

  hablad al corazón del hombre.

       re                   mi

  Gritad que mi amor ha vencido

                 SIb                     SOL7

  preparad el camino que viene tu Redentor.

 DO          SOL

YO TE HE ELEGIDO PARA AMAR

            re       la

TE DOY MI FUERZA Y LUZ PARA GUIAR.

 DO        SOL

YO SOY CONSUELO EN TU MIRAR

 SIb        SOL7

GLO-ORIA A DIOS. (Bis)

2.Consolad a mi pueblo dice el Señor

  sacad de la ceguera a mi pueblo.

  Yo he sellado contigo

  alianza perpetua yo soy el único Dios.

3.Consolad a mi pueblo dice el Señor

  mostradles el camino de libertad.

  Yo os daré fuertes alas

  transformaré tus pisadas en sendas de eternidad.

De la letra de esta canción, yo me quedo de manera especial con el estribillo: Yo te he elegido para amar, te doy mi fuerza y mi luz para guiar, yo soy consuelo en tu mirar.

El Señor nos llama a consolar a su pueblo y nos dice que no nos preocupemos.

Él, nos ha elegido para amarlo y nos dará las fuerzas que necesitemos para poder guiarlo a pesar de las dificultades, para sacarlo de la ceguera y mostrarle el camino de libertad.

¿No os parece increíble esta letra? A mí sí. Es el reflejo de nuestra sociedad, de cualquier sociedad porque es atemporal.

Hay un pueblo que sufre y Dios nos pide que lo consolemos. Ese pueblo puede ser un familiar, un amigo, un vecino, un compañero de trabajo, alguien que pasa por la calle, alguien a quien nunca has visto...¡Todos somos ese pueblo en un momento determinado y necesitamos ser consolados!

¿Te animas a ser consuelo en tu mirar?

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