miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Dejas que Dios ejerza la paternidad sobre tus hijos?

La primera vez que escuché esta expresión no entendí muy bien a qué se refería. Quizás a tí también te haya pasado ahora.

Todos sabemos que Dios es nuestro Padre y también el de nuestros hijos. Sin embargo, esto último, a veces se nos olvida. Pensamos que los únicos padres de nuestros hijos somos nosotros (A mí me ha pasado muchas veces...).

Mi respuesta a esta pregunta


Por eso, normalmente, mi respuesta a esta pregunta es NO. No dejo ejercer a Dios la paternidad sobre mis hijas, me cuesta delegar mi maternidad y creo que es humano hacerlo, aunque no debería ser así.

Como seres racionales que somos, nos gusta controlar todo a nuestro alrededor, a unos más que a otros está claro, pero todos queremos que, por lo menos, las cosas importantes de nuestra vida estén bajo control. ¿O no es verdad?

Si lo pensamos, hay muchas cosas que no podemos controlar por mucho que queramos y cuando nos convertimos en padres éstas se multiplican.

Nuestra situación actual


La semana pasada os contábamos cuál es nuestra situación actual.

Estamos esperando la llegada de nuestra segunda hija para dentro de unas semanas y, a poco menos de un mes, nos han dicho que parece que podría venir con alguna complicación neurológica o cromosómica. Se han descartado muchas cosas que no tiene, pero no sabemos exactamente lo que tiene y no creo que lo sepamos hasta que nazca o un tiempo después, cuando le hagan análisis y estudios.

Como podréis imaginar, no es fácil afrontar una situación así, con tanta incertidumbre y tanta tesión y menos estando embarazada. Pero a nosotros nos ayuda mucho la fe en estos momentos.

Sabemos que sólo Dios sabe lo que es mejor para nuestra familia y, por eso, en estos días tenemos muy presente que Él es nuestro Padre y también el de nuestras hijas.

Ahora lo entiendo mejor que nunca y mi respuesta es diferente.


Es ahora cuando realmente entiendo el significado de esta frase, el sentido de dejar ejercer al Señor su paternidad sobre mis hijas. 

Cuando no sabes lo que tiene tu hija, cuando no sabes dónde nacerá ni cómo, ni si habrá que operarla o no al nacer, si habrá que adelantar el parto o no... y tantas otras incógnitas, no puedes hacer nada más que confiar en la voluntad de Dios y en que él cuide de nosotros y de nuestra hija. Él, mejor que nadie velará por nosotros y por ella.

Por eso, al final de esta Cuaresma y a punto de empezar una Semana Santa muy diferente y especial para nosotros, puedo decir que ahora más que nunca Sí dejo ejercer a Dios su paternidad sobre mis hijas.

Él las cuidará y protegerá porque quiere lo mejor para ellas, él nos las ha dejado, nos las ha regalado en esta vida, pero no nos pertenecen y Él y sólo Él, sabe lo que les conviene a  ellas y a nosotros.


Y vosotros, ¿Dejáis ejercer a Dios su paternidad sobre vuestros hijos?


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