viernes, 30 de agosto de 2013

¡El casado casa quiere...y los niños también!

Este verano hemos estado casi un mes seguido fuera de casa, disfrutando de las vacaciones en compañía de la familia (abuelos, tíos, primos...)

Lo hemos pasado fenomenal, pero...necesitábamos volver a casa, a la tranquilidad y a nuestra intimidad como familia.


De aquí para allá

En otras ocasiones, nos hemos organizado de manera diferente. Hemos ido a varios sitios, pero pasando siempre por casa para poner lavadoras, cambiar maletas o , simplemente, cambiar de aires.

Sin embargo, esta vez hemos enlazado un viaje con otro, podríamos decir que hemos hecho todo "del tirón". Hemos ido de un sitio a otro para evitarles "coche" a las niñas.

Cuando decidimos hacerlo así, sabíamos a lo que nos exponíamos y nos apetecía pasar todas nuestras vacaciones con nuestras respectivas familias y no nos importaba no tener momentos para estar a solas con nuestras hijas o como matrimonio. De ese modo, teníamos la suerte de ir de vacaciones más días (que no es poco) y de evitar el calor de nuestra ciudad más tiempo.

Sin momentos para nosotros

El resultado ha sido que hemos estado una semana en cada lugar de vacaciones y muchos días rodeados de gente, acompañados por unos y por otros, pero sin momentos para nosotros (ni como matrimonio ni como padres). Siempre estábamos con alguien.

A medida que pasaban los días y no teníamos momentos de intimidad de ningún tipo, nos íbamos dando cuenta de lo importante que es reservar unos días al año para descansar sólo con tu familia (marido/mujer e hijos).

Nos ha afectado, incluso,  a los momentos de oración en familia porque resultaba más difícil encontrarlos para estar tranquilos y rezar juntos con nuestras hijas. Al final, muchas veces terminábamos rezando por separado o sin las niñas.

De hecho, esos días me venía a la cabeza el refrán que le da título a este post: el casado casa quiere. 

Y al que yo le añadido lo de "y los niños también". Y me explico.

Durante estos días nos hemos dado cuenta de que no sólo nosotros teníamos la necesidad de recuperar algún momento de intimidad, para hablar o estar a solas, sino que nuestras hijas también.

Las dos estaban más alteradas y nerviosas a medida que iban pasando los días fuera de casa, (imagino que por tanto viaje, tanto cambio de cama y por la falta de estabilidad que supone no estar solo con sus padres).

De hecho, fue llegar a casa y relajarse las dos (sobre todo la mayor) de manera clara y rotunda. Volvieron a ser las mismas.

Conclusión

Por ello, puedo decir que hemos aprendido la lección: el casado casa quiere y los niños también. 

Aunque lo hemos pasado fenomenal con los abuelos, tíos y primos y estamos muy agradecidos por todo lo que nos han ayudado con las niñas. A partir de ahora, intentaremos dejar unos días de vacaciones para pasarlos nosotros solos con nuestras hijas (y si no podemos salir de viaje, nos quedaremos en casa).

¿Os ha pasado a vosotros algo parecido alguna vez? 


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2 comentarios:

  1. Siempre! Y eso que queremos a nuestras familas y nos gusta estar con ellos. Pero nos pasa exactamente lo mismo, distintos horarios, distintas formas de hacer las cosas, de cuidar de los peques ...cada uno tenemos nuestras "rarezas "¡
    Así que este año: vacaciones en CASA, y hemos estado genial, sin estrés de viajes, maletas, coche, ni comidas...
    Además sí sales, gastas, y la economía hay que cuidarla.
    Saludos y feliz vuelta al cole !

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  2. Pues me parece fenomenal vuestra elección. Quedarse en casa también es una idea estupenda y como bien dices, hay que cuidar la economía.

    Gracias por comentar Sofía!

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