Cuando al principio de la Cuaresma os decíamos que Dios nos llamaba a todos a convertirnos y a creer en el Evangelio, pero a hacerlo de corazón, no sabíamos hasta qué punto nos estaba llamando a la conversión a nosotros esta vez.
Como sabéis, en apenas un mes, está previsto que nazca nuestra segunda hija. Algo que llevamos esperando mucho tiempo con gran alegría e ilusión, como todos los padres.
Sin embargo, esta semana ha sucedido algo inesperado que nos ha cambiado los planes. Queremos compartirlo con vosotros con la esperanza de que nuestro testimonio pueda ayudar a alguna familia que esté viviendo algo parecido.
Algo no va bien en este embarazo
Todo parecía ir bien en este embarazo hasta hace unos días.
Cuando escuchas estas palabras, tu cuerpo se estremece, el nerviosismo se apodera de tí y deseas que no te estuvieran diciendo lo que te están diciendo. Es una mezcla de miedo, tensión y desconcierto.
Todos los padres queremos que nuestros hijos nazcan sanos, sin problemas y que todo vaya bien. Pero esto no siempre es así.
Muchas veces pensamos que estas cosas les pasan a los demás, pero no a nosotros. Sin embargo, esto le puede pasar a cualquiera.
Lo peor, la incertidumbre de no saber lo que le pasa
Pero lo que sí sabemos es que tiene los ventrículos de la cabeza más dilatados de lo normal y un pie ligeramente cóncavo, que puede estar relacionado con lo de la cabeza o no.
La causa de esta dilatación todavía se desconoce y aunque puede ser por muchos motivos, lo más probable es que haya sufrido una hemorragia originada por un pequeño infarto cerebral (de la que desconoceríamos las posibles lesiones, desde leves hasta las que os podáis imaginar) o bien, que se trate de un síndrome de dowm.
No sabemos lo que tiene, no sabemos si la tendrán que intervenir después del parto, no sabemos en qué hospital nacerá (dependiendo de las pruebas puede que nos deriven a otro), no sabemos cómo nacerá (si por cesárea o por parto vaginal) y tampoco cuándo, porque quizás haya que adelantar su llegada...¡Son muchas las incógnitas!
Cuando te dicen esto a unas semanas de dar a luz, imaginaos cómo se te queda el cuerpo.
Además, esta noticia la recibimos al día siguiente de que a nuestra otra hija le diagnosticaran hipotiroidismo subclínico y le tienen que seguir haciendo pruebas. Por lo que nuestra preocupación es doble.
Esperando en esperanza: llamados a la conversión
Esta situación no es fácil y no voy a negar que todavía nos queda llorarlo y sacar el dolor que tenemos dentro porque nos esperan momentos muy duros y difíciles, pero tenemos esperanza. Esperamos a nuestra hija con alegría y esperanza, tenga lo que tenga.
Sabemos que si al final, nuestra hija nace con alguna dificultad, Dios nos ayudará. Él se hace fuerte en nuestra debilidad y nunca nos dará más de lo que podamos soportar.
Esto nos recuerda que los hijos no nos pertenecen, como escribíamos hace algún tiempo. Dios nos los deja, pero no sabemos por cuánto tiempo ni en qué condiciones.
Y estamos convencidos de que el hecho de que esto nos esté pasando en Cuaresma, a escasos días de la Semana Santa, no es casualidad. El Señor nos está diciendo algo, nos llama a la conversión en nuestra familia, en nuestro matrimonio y en nuestra vida y nos pide que confiemos en Él y en su voluntad.
En estos momentos, la oración es lo que nos sostiene y nos reconforta. Hay mucha gente rezando por nosotros y les estamos inmensamente agradecidos.
Por eso, desde aquí, si me lo permitís, me atrevo a pediros a todos aquellos que nos seguís, que recéis por nuestras hijas y por nosotros. Todas las oraciones serán bienvenidas.
Y por último, queremos animar a todas las familias que puedan estar pasando por una situación similar para que lo vivan con esperanza. Algún día, aunque ahora no lo crean, encontrarán el sentido de tanto sufrimiento. Dios les irá colmando de gracia para ello.
Si te ha gustado esta información, puedes compartirla pinchando los botones que tienes más abajo.
Rodrigo y Raquel, ánimo. Veo en estas letrad que lo estais viviendo.confiados en el.Señor. Dios os conceda esperarlo todo de Èl.
ResponderEliminarContad con mis oraciones.
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias Clo. Asi lo vivimos, confiando en que se haga su voluntad.
EliminarGracias por tus oraciones.
Un abrazo
Mi alma espera en el Señor, tu guardián no duerme, ni reposa.
ResponderEliminarMis oraciones están con vosotros.
Gracias Sofia. Así estan nuestras almas, esperando en el Señor.
EliminarUn abrazo
Pues que sepais que nos teneis a vuestra entera disposición para cualquier cosa que necesiteis.
ResponderEliminarUna cosa buena es la detección precoz, que posiblemente ayudará mucho para atajar los efectos de la enfermedad. Y la otra cosa buena es la fe y la esperanza.
Rezamos por vosotros y, especialmente, por vuestro par de ángeles. Un beso. Costa.