Toc, toc...¿Hay alguien ahí?

Hola, ¿hay alguien al otro lado de la pantalla?...

Después de tanto tiempo, tantísimo tiempo, sin aparecer por aquí, lo lógico sería que no, que no hubiera nadie, que estuviera publicando para mí sola...y que nadie dejara ni tan siquiera un comentario a esta entrada. Cosa que entendería perfectamente, la verdad.

Pero es curioso porque las estadísticas diarias, para mi sorpresa, siguen reflejando movimiento, visitas, comentarios y gente que comparte y nos sigue en redes sociales. Por ello, vaya desde aquí nuestro agradecimiento a todos ellos.

El hecho de seguir recibiendo visitas a pesar de no publicar, me hace pensar que, quizás, el Señor quiera que este rinconcito siga existiendo y que, tal vez,  ayude a alguien (además de a nosotros) lo que aquí compartirmos. En ese caso, creo que Familia que Reza se merece que lo sigamos cuidando con la misma dedicación que al principio.

Si os soy sincera, el hecho de no publicar tanto como antes está más relacionado con la falta de tiempo, de organización de prioridades y de cierta pereza para sentarse a escribir que con la falta de ideas.  Porque las ideas no me faltan, os lo aseguro. Mi cabeza y mi corazón están, siempre, en continua ebullición.

Pero hoy, por fin, he vencido la pereza, he encontrado un momento de esos que no sobran en el día, me he organizado y he dicho: de hoy no pasa, esta noche publico y aquí estoy. 

Sin embargo, para no mezclar temas, en esta entrada sólo os saludo y en la siguiente, para retomar con fuerza la dinámica del blog os cuento algunas ideas y temas que tengo para los siguientes post y de esa forma, recuperamos el tiempo perdido.

Entre otros temas, os hablaré de noviazgo, sexualidad, apertura a la vida,  paternidad responsable y muchos más ¿Qué os parece? 

Ahí os dejo con la intriga...Si queréis saber más, no os perdáis el próximo post.

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