Si sabemos aprovechar bien estas tecnologías, los resultados quizás nos sorprendan.
Hace tiempo, intentamos con un grupo de amigos hacer un grupo de oración como teníamos cuando éramos más jóvenes, pero la cosa no funcionó. Sólo duró como tal unos meses. Las principales causas, la falta de tiempo y que no todos buscábamos lo mismo a nivel espiritual en ese momento.
Unos días después de que nos reuniéramos para replantearnos el futuro del grupo como tal y de que decidiéramos darle una aire natural y menos formal al mismo, surgió algo muy bonito y que nos ha unido mucho en la distancia, nos hemos unido en la oración.
Un grupo de whatsapp para rezar por otros
De forma natural y, también, providencial, empezamos a compartir por whatsapp, además de nuestras cosas como amigos, una oración virtual. Me explico.
Un día, uno de nosotros pidió a los demás que tuviera en sus oraciones a una mamá y a su bebé que lo estaban pasando mal. Al cabo de unos días, se sumó otra petición de intercesión y unos días más tarde otra y otra (incluida la nuestra) por otras familias o por todos aquellos que lo necesitaran.
De ese modo, y sin haberlo previsto, hemos convertido nuestro grupo de whatsapp en un grupo de oración virtual.
Es frecuente que alguien pida por alguien que conoce o alguien que le han encomendado y, todos, en nuestras oraciones individuales lo incluimos.
Es muy bonito rezar, en la distancia, por gente que conoces o no, con amigos de hace años y a los que no vemos tanto como nos gustaría. Es como si estuviéramos cerca, a pesar de estar lejos y como estar unidos, a pesar de estar separados.
Esto nos hace estar unidos en la distancia, unidos a Cristo y a su Iglesia y a interceder por aquellos que lo necesitan.
Es algo muy bonito, una oportunidad que ha surgido de manera espontánea a través de las nuevas tecnologías.
Por eso, desde aquí, hoy os invitamos a que aprovechéis estos recursos (facebook, twitter, el móvil con sus diferentes aplicaciones y todo aquello que se os ocurra) para hacer el bien en vuestros círculos de familiares o amigos.
La fuerza de la oración es increíble, nosotros damos fe de ello, y el medio utilizado para ello es lo de menos. Siempre hay una forma nueva de rezar y ésta es una de ellas porque también da sus frutos...
¿Haces algo parecido con tus amigos, conocidos o gente de tu parroquia?
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